issin kurosaki

Kurosaki Isshin es el padre de Kurosaki Ichigo. Tiene dos hijas más, Karin y Yuzu. Además dirige una clínica privada, la Clínica Kurosaki.

Es un hombre alto, con pelo puntiagudo y ojos de color marrón. Tiene un poco de barba alrededor de su boca y mejillas.

Cuando está vestido de Shinigami, lleva el uniforme estándar, con un haori de Capitán atado en su hombro izquierdo.

Posee un carácter muy extrovertido y con mucha energía y siempre lo vemos tratando de sorprender a su hijo propinándole golpes, aunque muchas veces Ichigo consigue evitarlo , todo esto a modo de juego. Se preocupa mucho por sus hijas, pero no tanto por Ichigo, ya que considera que no debe prestarle tanta atención. En su estado de Shinigami, el carácter de Isshin cambia a más serio, aunque sigue teniendo algunos momentos cómicos o discusiones con su hijo.

Su mujer, Masaki Kurosaki, falleció 6 años atrás. Isshin estaba muy enamorado de ella y sigue recordándola, incluso tiene un poster suyo colgado al que siempre le está hablando.

Poco se sabe del pasado de Isshin, tan sólo que fue un Shinigami poderoso, aunque no se sabe el rango que ocupaba. Hace unos 20 años, dejó de serlo, perdiendo gran parte de sus poderes.

Después de que Aizen derrote a los Capitanes Shinigamis, Aizen empieza a provocar a Ichigo, diciéndole todas las cosas que conoce de él. Sin embargo, Isshin interrumpe su conversación, apareciendo en el campo de batalla, entre su hijo y él, diciéndole a Aizen que “habla demasiado”.

Una vez dentro del Dangai, Isshin se frena y le comenta a su hijo que no puede sentir el Koutotsu (que previamente había destruido Aizen). Le explica que esta situación es conveniente por ahora. El Dangai es un lugar aislado de tiempo y espacio, separado tanto de la Sociedad de Almas, como del mundo real. Le dice que, en un lugar como este, va a ser capaz de enseñarle el Getsuga Tenshou Final.

Empieza el entrenamiento e Ichigo se sienta en posición de meditación. Isshin pretende darle un puñetazo y éste lo esquiva. Su padre empieza a recriminarle el hecho de que lo haya esquivado, ya que, esto prueba que su coraón no está completamente enfocado en la espada.